
- Doctor, doctor, auscúlteme, auscúlteme.
- Ráspido, ráspido, debajo de la mesa.
Si entramos en una consulta médica esperando una solución del médico en dos segundos no podremos esperar más que la respuesta del chiste, aunque lo que en realidad queremos que nos diga es que no nos pasa nada. Cuando vamos al médico entramos en una espiral de violencia medicinal de la que nunca sabemos cuando vamos a salir. Eso si salimos. Radiografías, análisis de sangre, análisis de orina, ecografía, audiometría, endoscopia... resonancia magnética. Perrerías varias que pueden ser molestas o simplemente terribles. Se olvidan que al otro lado de lo que sea que manipulan hay una persona. Bueno, perrerías, ellos lo llaman pruebas. Y eso no teniendo nada, que si ya nos metemos con cosas graves, no quiero ni pensarlo. Pero por otro lado, el médico no puede decirte qué tienes o qué no tienes simplemente mirándote con fijeza a los ojos. Como mínimo necesitaría rayos X en los ojos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario