viernes, 23 de abril de 2010

La tierra nos odia

Como animal estúpido no tenemos precio. Cuando parece que hemos hecho la estupidez mayor, aún somos capaces de hacer una todavía más estúpida. Es triste, pero la estupidez en el ser humano es ilimitada. Me ha costado mucho aceptarlo, pero hace un par de años tuve que rendirme a la evidencia de que mientras que la inteligencia humana se puede desarrollar hasta un punto, la estupidez sufre un aumento exponencial hasta el infinito. Ya lo dijo Einstein, algo que han recogido muchos antes que yo:

Sólo hay dos cosas infinitas,

el universo y la estupidez humana,

y de lo primero no estoy muy seguro.

El asunto es que ejemplos de estupidez humana nos dan los telediarios y programas supuestamente de información todos los días. En realidad lo presentan como denuncia de los terribles problemas que sufren algunos, pero en realidad demuestran que las personas merecemos lo que nos pasa. Cuatro tíos se quedan encerrados en un ascensor en nochebuena durante 5 horas. Angelicos. Por supuesto, al día siguiente salen en un programa de la tarde quejándose amargamente de lo mal que lo pasaron y de que este país parece tercermundista, por lo que tardaron en sacarlos. Pues suerte que los sacaron. No conozco los entresijos de otros casos, pero esto sucedió en casa de mis tíos, con los que estábamos mi madre y yo pasando la misma nochebuena. Para empezar los ascensores estaban en rodaje, que no sabía yo que los ascensores necesitaran rodar, pero bueno. Para seguir se quedaron en el peor sitio, entre el garaje y el portal, que es todo pared. Hubo que enganchar el ascensor por arriba y tirar. Y la realidad, el ascensor es para cuatro personas/300 kg. Cuatro eran, pero 360 kg también. Saquen señores sus propias conclusiones.
Si no tuviéramos suficiente con la gente corriente, ahí están los periodistas, fuente de risión donde las haya. Aún recuerdo, porque se me quedó grabado a fuego, una noticia sobre un tiburón que se había pescado no sé dónde, que la periodista de turno comentaba con pelos y señales. La alarma saltó cuando la tal periodista dijo 'este mamífero'. Fijo que esta en el instituto se pasaba el día diciendo 'pero de que nos sirve saber que Moby Dick era una gallina'. Yo me imagino al tiburón en el momento de ser amamantado, como buen mamífero. No creo que la madre tiburón superase la primera toma. También está la del tiempo que dijo que iba a nevar a nivel del suelo. Genial, te subes a una banqueta y ya no nieva.
Me llama mucho la atención la cantidad de terremotos que hay últimamente. Pero además ahora estalla un volcán. Cierto es que este año aún no han aparecido los grandes huracanes que asolaron diversos países no hace mucho, pero para mí que es un cambio de estrategia. Como soplando no echo a estos de aquí, voy a ver si me los sacudo de encima. Si señor, la Tierra nos quiere echar. No me extraña. No pagamos alquiler, no compensamos a la Tierra de ninguna manera, la vamos destruyendo de todas las formas que se nos ocurren y encima somos el animal más estúpido que la puebla. Si yo fuera la Tierra haría exactamente lo mismo.

1 comentario:

  1. Hola, compañera. Me alegro de tu regreso. Es de lo menos estúpido que puedes hacer: volver a escribir.

    No sé si la Tierra tiene un plan de venganza. Creo que, de momento, actúa por su cuenta. No podemos con toda ella, y es que es mayor que nosotros.

    Ella no sabe de la estupdez de los tíos encerrados en el ascensor, cosa que tiene tela. T tantas, tantas otras necedades que ignora nuestro planeta. Suerte que tiene.
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