sábado, 15 de agosto de 2009

Contra los descamisados y la Feria de Málaga


Llevo en Málaga 11 años, y me encanta, es una ciudad estupenda para vivir, aunque a veces se pone imposible, como ahora mismo. Acaba de empezar la Feria.

Para quien no sepa, diré brevemente
que la Feria en Málaga se vive de día
en el Centro y de noche en el Cortijo
de Torres, bajo unas temperaturas algo elevadas.

La de día es terriblemente calurosa, aunque se cubren con toldos las calles, hace mucha calor, y las calles se ponen muy bonitas, con farolitos, verdes, morados y blancos, y los malagueñ@s se engalanan, os adjunto descripción del modelo completo de una mujer vestida para la feria. Pero algun@s, optan por un look desagradable de pantalón por las rodillas, calzoncillada al aire y sin camiseta, o sea, torso al descubierto, y resulta bastante desagradable, el calor, los pelos..... te rozan... es un poco antihigiénico y da una imagen de guarrería, claro que estos sujetos no se dan ni cuenta. Pero por fin el Ayuntamiento ha tomado cartas en el asunto junto con los hosteleros, de tal forma que al descamisado no se le sirve en ningún sitio, y se nota, la verdad que se ven menos, claro que es el inicio de feria, a saber dentro de unos días, que el personal está un poco más castigado. Aunque yo me hago la siguiente pregunta, si estos torsos al aire fueran o fuesen los de un Feliciano López, Darek o, por ejemplo, Rafa Nadal, nos resultarían igual de desagradables.... ¿?... si soy sincera tengo mis dudas...........

Por favor, opinen al respecto.

Muchas gracias.

jueves, 13 de agosto de 2009

Mi madre tiene superpoderes

Ya sé que todo el mundo, en algún momento de su infancia, piensa que su madre tiene superpoderes. De hecho, creo que si sobrevivimos a semejante periodo de nuestra vida es gracias a esos superpoderes. Sin embargo, yo ya he superado semejante etapa de mi vida y mantengo aún esa afirmación. Tiene superpoderes. Es capaz de hacer que llueva allá donde vaya. Sí, ya sé, como superpoder es una birria. Aparentemente, bueno, y sin aparentar, no sirve de nada, por no hablar de los beneficios que no reporta al que lo posee. Hemos llegado a pensar en alquilarla a las autonomías con periodos largos de sequía, pero francamente, nos parece feo hacerle algo así a una madre. Como todo superpoder que no ha sido solicitado, puede llegar a ser un incordio, porque salir en verano y llegar a cualquier sitio y que se ponga a llover no hace mucha gracia, incluso puede ser un fastidio. Como cuando fuimos a Cuenca en agosto y nada más llegar cayó una tromba de agua… con granizo. Verídico, o como diría una compañera de facultad, verífico.
En general, los personajes de ficción que reciben un superpoder no lo reciben con agrado, por no hablar de lo que les cuesta hacerse con él. Las series reflejan el deseo de adquirir un superpoder por parte del ser humano, aunque nunca se adquiere el que se desea. Seguro que si lo que quieres es volar te toca atravesar paredes y si quieres atravesar paredes te toca rayos x en la mirada. Bueno, mis alumnos creen que tengo rayos x en la mirada, pero eso es una leyenda urbana o institutil. Vamos, que es algo azaroso y con un cierto descontrol. Yo habría preferido que mi madre tuviera teletransporte, así hubiéramos llegado antes a los sitios y no pasarnos 10 horas en el coche de Vigo a Valladolid vomitando en todas y cada una de las curvas. Es que somos tres hermanas, nos íbamos turnando.
En ese sentido llevan las de ganar los superhéroes. Lo tienen todo. Supervelocidad, superfuerza, superagilidad, supervisión, superfrío, supercalor, superinteligencia, todo super, hasta superestupidez. Y encima, de una u otra manera, vuelan. Claro, que su misión, recordemos, erradicar el mal del mundo, es mucho más agotadora, porque además se tienen que dedicar a ello todo el día. Mi madre no tiene obligación ninguna. Aunque de vez en cuando mi hermana pequeña la reclama porque hace mucho que no llueve en Barcelona.

sábado, 8 de agosto de 2009

La tontería que supone lavar el coche cuando llueve

La gente se queja de que cada vez que pone la lavadora, llueve, cada vez que limpia los cristales, llueve, cada vez que lava el coche, llueve. La gente se queja mucho, para qué nos vamos a engañar. Porque también nos quejamos cuando no llueve. "Menuda sequía. Pobres campos." "Sí, necesitamos que se limpie el aire. Tendría que llover". Pues pon la lavadora. O limpia los cristales, o lava el coche. Será por opciones. Es verdad que cuando acabas de hacer según qué cosas fastidia un poco que se ponga a llover, pero si lo haces mientras llueve ya es tontería. A las pruebas me remito.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, tenía yo el coche bastante limpio, vamos, se veía su color original, pero por dentro estaba un tanto sucio, por no decir directamente guarro. Con lo cual me fui a limpiarlo a esos bonitos lavaderos de coches en los que también puedes aspirarlos por dentro. Cuando iba a ir empezó a pintear. Total, estamos en verano, será una nube. El coche se lava bajo un tejadillo. Hasta ahí todo bien. Pero se aspira bajo ningún tejadillo. Ya la liamos. Porque aspiras dentro del coche, pero tú quedas por fuera y aquella pequeña nube de verano, aquella lluvia finita empezó a arreciar. Por un momento pensé que no me mojaría tanto, total estaba medio dentro del coche. Pero cuando la ropa se me empezó a pegar al cuerpo, cuando la que llovía ya era yo, me rendí. Sí, fui una cobarde. Abandoné el aspirador aún en marcha y salí de allí antes de convertirme yo en agua. Salí corriendo para ir a mi casa y cambiarme de ropa y de calzado porque no se había salvado nada de la quema, bueno, en este caso de la inundada. Y llegué a mi casa para descubrir que la lluvia se me había metido dentro porque había dejado las ventanas abiertas para que corriese un poco de aire. No me quejo de que lloviese, pero francamente, podía haberlo hecho sin tan mala intención, porque esto a la lluvia, si no es adrede, no le sale.

jueves, 6 de agosto de 2009

El potus busca un hogar de acogida



El Potus, también conocido como poto, scindapsus o escindapso.

Proceden de Malasia y China. Tienen hojas grandes de color verde brillante, disciplinadas de amarillo o crema, hay otra especie de hojas más pequeñas de color verde oscuro salpicadas de manchas blanquecinas. Las flores son de poco valor ornamental.

Sirva esto como introducción para compartir con vosotr@s un hecho que me ocurrió hace poquitos días. Claro que esto me pasa por tener amigas esotéricas y además hacerlas caso.
En el salón de mi casa habitaba un precioso y hermoso potus en una estantería decorando una esquina. Después de visitarme mi amiga esotérica, su lugar lo ocupan unas cintas.
Y todo se debe a que en esta visita de mi amiga esotérica a mi casa, se da cuenta de la existencia de dicho potus, y me informa de que me he de deshacer de esa planta, ya que es una de las plantas con mayor influencia negativa, es decir que da muy mal rollo y que tenía que prescindir de ella y de todos sus hijos, sus palabras fueron: TIRA ESE POTUS YA.
En ese momento, se desarrolló en mí un sentimiento de culpabilidad y de abandono, yo no quería tirar la planta en un contenedor, ni abandonarla, y tampoco se la podía regalar a un amigo, eso sería hacerle una putada, y claro hogares de acogida para las plantas creo que no hay, asi que para los potus tampoco, por lo que opté, por la que me pareció la decisión menos mala.
La deposité con mucho cuidado al lado de un contenedor de basura, albergando la esperanza de que alguien la recogiera y cuidara. Al día siguiente ya no estaba, asi que supongo que el potus esté ahora cuidado en buenas manos, aunque sea una influencia negativa para su nuevo dueño.


En fin siento que este comentario no va a hacer mucho favor a los potus, pero quería compartir con vosotr@s esta información y ahora ya sabréis que hacer con ella y, por cierto, si pensáis prescindir de ellos, ya sabéis, buscad el hogar de acogida para los potus.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Es más divertido ser mala que enfurruñarse

Venía yo el otro día de Málaga y tuve que parar a poner gasoil. Mi depósito está a la izquierda, así que me coloqué de forma que quedase justo a lado del surtidor, lo cual no era tan fácil porque había una señal de dirección prohibida, en la propia gasolinera, señal de la que pasé, obviamente. Estaba yo llenando mi depósito cuando llegó un BMW blanco, precioso, ultradeportivo, maxigenial, con ser humano, supongo, no me atrevo a decir que persona, al volante, aunque poco neuronal. Se colocó delante de mi coche por lo menos, por lo menos, a unos cuantos milímetros de distancia, lo que le supuso quedar algo separado del surtidor. Fiel a mi naturaleza, los morros me llegaron a Japón y el ceño más que una v parecía una w. Me enfurruñé. Ahora, en vez de salir sin maniobra, me tocaba dar marcha atrás para salir hacia delante, gracias al "listo". Me fui con el enfurruñe puesto al pagar y cuando estaba saliendo, entraba el ser. Cuando llegué al coche me di cuenta de que no había preguntado cómo salir de nuevo a la autovía y en ese momento me llegó la iluminación. Si iba con una cierta pachorra, el semineuronal saldría y sería él quien pagaría la tontería de acercar tanto el coche. En ese momento una tímida sonrisilla asomó entre el enfurruñe. Pues, claro, eso tenía que haber hecho desde el principio, pero es que poniendo morros y ceños no te da para más el cerebro. Efectivamente, el muchacho fue a su coche, yo llegué justo después, y esperé mientras hacía sus maniobras con el cochazo con una sonrisa que cada vez era menos disimulada. Fue ahí cuando me di cuenta de que el muchacho era una persona, porque se dio cuenta de la jugada y acabó sonriendo. Camino libre y la sensación de que "arrieritos somos y en el camino nos encontraremos". Muchacho, donde las dan las toman.

Fui mala, lo sé, pero a propósito, no a lo tonto como el listillo del BMW. Todo sea dicho de paso, ser malo es más divertido que ser bueno, aunque te lleva más trabajo. Repasemos grandes malos y buenos, de esta nuestra cultura que lo divide todo en estos grandes grupos. El bien y el mal.
El malo por excelencia desde casi los albores de la humanidad es el Demonio, rojo o sin enrojecer. Pensemos en el trabajo que tiene. Comparémoslo con el trabajo de su gran oponente, Dios. Es muchísimo menor. Para empezar, Dios no hace nada, son los santos los que tienen que estar todo el día haciendo bondades de todas clases, aunque todos hagan lo mismo. El Demonio se lo tiene que currar, prácticamente ir persona por persona convenciendo. Incluso tiene que hacer contratos, dar algo a cambio. Seguro que hasta tiene que madrugar, aunque Dios no le ayude. Dios ni se molesta, si quieres entrar en su reino te lo curras tú.
Los malos que tenemos más claros son los de película. Es cierto que todos quieren lo mismo, que ya es obsesión, dominar el mundo. Menos mal que el dominio del mundo lo quieren de uno en uno, porque malos hay muchos pero mundo sólo hay uno. La verdad es que en cuanto objetivos son ciertamente monótonos. Pero, ¿y la variedad de métodos que tienen? ¿y el tiempo que pasan preparando sus planes? El bueno, que siempre es monísimo, sólo tiene que deshacer lo ya hecho, menudo mérito. Y seamos sinceros de una vez, el bueno no tiene razón de ser si enfrente no tiene un malo de consideración, aunque sea un calamar gigante, que como malo ya es absurdo. Un calamar. Pero el ser humano es así, es capaz de encontrar malvados en cualquier sitio y si no, se los inventa. Un verano me leí un libro en el que el malo, que casi gana, algo de lo que ya hablaré otro día, eran unos seres unicelulares capaces de unirse y formar algo así como un cerebro. Da que pensar.
Centrémonos en los supervillanos. Sin ellos, los superhéroes sobran. Nadie aguanta a un superhéroe que se dedique a salvar ancianitas, bajar gatos de árboles y rescatar niños en peligro. Los que tienen niños cerca ya sabrán que los niños siempre están en peligro. De un superhéroe se espera que, cómo mínimo, erradique el mal del mundo. Y el mal del mundo lo encarna, lo mejor que puede, el supervillano. A lo largo y ancho de una película, ¿quién se lo pasa mejor? ¿el bueno o el malo? Evidentemente, el malo. El superhéroe vive en una continua congoja, el supervillano disfruta de su villanez hasta el límite. Sí, ya sé, cuando acaban con él ya no se divierte tanto, pero esto es como la película del león. León ataca poblado, masacra población, población se une contra león, león muere. Resultado, león-43 pobladores-1, ¿quién ganó? Pues eso. Esto me hace pensar en una lista que no llegamos a hacer, pero que sería interesante, sobre los mejores supervillanos de la historia del cine. Y ya puestos, los más tontos, los más absurdos... Creo que el tema puede dar para mucho. Queda el asunto abierto.
Tras esta apología del supervillano o malvado en general, lo mismo se llega a la incorrecta conclusión de que abogo porque todo el mundo se haga supervillano o, como poco, villanín. No, no es eso. La hipótesis de partida es que ser malo es divertido y que en vez de enfadarnos por tontás, mejor es hacer pequeñas maldades, de las que te divierten. Lo que entendemos por maldad, en sí misma no tiene ni pizca de gracia.